Al crecer, su hijo vivirá una serie de sucesos importantes del crecimiento y desarrollo, los cuales serán característicos de su edad específica. A lo largo de los años, Valleywise Health ha recibido muchas preguntas de padres que desean asegurarse de que sus hijos se desarrollan de manera normal.
Aunque cada niño es diferente, nuestros pediatras de District Medical Group están listos para abordar las dudas más comunes de los padres y ofrecer recomendaciones generales por medio de esta guía completa de preguntas frecuentes.
Preguntas frecuentes relacionadas con niños de todas las edades
¿Cuándo debo llevar a vacunar a mi hijo?
De acuerdo con los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés), a lo largo de la infancia debe llevar a vacunar a su hijo contra 16 infecciones. Algunas de estas requieren solo una vacuna, mientras que otras requieran varias. La mayoría de las vacunas deben recibirse a más tardar los cuatro años, pero algunas como la vacuna del meningococo B y la vacuna contra el VPH se recomiendan para niños más grandes, por ejemplo, preadolescentes y adolescentes. Los niños que tienen al menos seis meses de edad también deben recibir una vacuna contra la influenza cada año.
Los CDC publican estos esquemas de vacunación fáciles de leer, los cuales le ayudarán a determinar cuándo debe llevar a vacunar a su hijo contra cada infección tanto desde el nacimiento hasta los seis años como de los siete años hasta los 18.
¿Cómo saber si debemos ir con el pediatra o a la sala de urgencias?
Los médicos de Valleywise Health están listos para atender a usted y a su hijo las 24 horas del día y, con mucho gusto le ofrecerán orientación, ya sea para indicarle que lleve al niño al consultorio o que bastan los cuidados en el hogar para atender su padecimiento. Sin embargo, de inmediato vayan con el pediatra si el niño presenta alguno de los siguientes:
- dificultad para respirar;
- letargo o dificultad para caminar;
- no poder comer o beber;
- fiebre anormalmente alta;
- emergencias como un accidente automovilístico o una caída.
¿Cómo puedo distinguir un resfriado de algo más grave?
Desde que empezó la pandemia todos nos hemos dado cuenta de lo importante que es saber identificar las señales de advertencia de diferentes virus. A continuación, encontrará algunos de los síntomas que le ayudarán a determinar si su hijo tiene un resfriado o la influenza:
Un resfriado se caracteriza por síntomas que incluyen escurrimiento nasal, dolor de garganta, tos, congestión y estornudos.
La influenza se caracteriza por síntomas que incluyen vómitos, diarrea, fiebre alta, escalofríos, cansancio y dolor en el cuerpo.
Sea cual sea el padecimiento, si le preocupa la salud de su hijo nunca dude en ir con el pediatra.
¿Qué medicamentos pueden tomar los niños?
Por lo general, no se le debe dar jarabe para la tos a los niños menores de cuatro años. Tampoco se le debe dar miel como remedio para la tos a los niños menores de un año.
Además, tenga en cuenta que los antibióticos no son eficaces para tratar los virus como los del resfriado y la influenza.
Cuando su niño empiece a tomar un medicamento nuevo avísele al pediatra. Cuando le vaya a dar un medicamento para adultos a su hijo, asegúrese de que él o ella tenga un peso adecuado como para poder resistir esa dosis más grande.
¿Mi hijo padece asma?
Si su hijo tiene tos, sibilancias o falta de respiración después de hacer ejercicio o por causa de un resfriado o alguna cosa en el ambiente, es necesario un diagnóstico clínico para determinar si padece asma. Esta enfermedad a menudo es hereditaria, por lo tanto, si cree que su hijo padece asma debe ir con el pediatra para que se le haga una evaluación.
¿Y las alergias alimentarias?
Si después de comer cierto alimento, repetidas veces tiene su hijo una reacción, tal vez padezca una alergia alimentaria. Esté pendiente por si tuviera un sarpullido, hinchazón, comezón en la garganta y los ojos llorosos —y si le nota estos síntomas, de inmediato busque atención médica. Las reacciones alérgicas pueden poner en riesgo la vida.
¿Cómo afectan las bebidas energéticas y las bebidas isotónicas a los niños?
Las bebidas isotónicas (deportivas) contienen mucho azúcar, por eso los pediatras no recomiendan que las tome ningún menor a menos que haga ejercicio intenso. Incluso entonces, el agua es más saludable y eficaz para la hidratación.
Las bebidas energéticas pueden causar efectos secundarios graves. Con frecuencia contienen tanta cafeína que muchos adolescentes han tenido que ir a la sala de urgencias por deshidratación, ansiedad y palpitaciones cardíacas. Así como lo haría con cualquier otro alimento o bebida, preste mucha atención a las etiquetas de información nutricional y sea parte de la toma de decisiones a la hora en que su hijo vaya a consumir algo.
Los niños menores de dos años no deben pasar tiempo frente a una pantalla. Si su niño lo hace, asegúrese de que mientras use el dispositivo con la pantalla también tenga alguna interacción con usted.
Los niños más grandes no deben pasar más de dos horas al día frente a una pantalla, pero esto puede ser difícil sobre todo si asisten a la escuela por internet. Lo más importante es que se asegure de que su hijo también le dedique el tiempo suficiente a otras actividades que no conllevan ponerse a ver una pantalla, tales como el ejercicio, el arte o la música. Esto es sumamente importante para su bienestar mental y físico.
¿Cómo puedo evitar que mi hijo se contagie de piojos?
Dígale que nunca comparta peines, cepillos, pasadores, ligas o gorros con sus amigos. Sin embargo, a veces los piojos se aparecen de la nada. De hecho, este es un suceso muy común y no implica que su hijo tenga una mala higiene. En general, se pueden eliminar con un champú especial para los piojos y un peine de dientes finos.
Preguntas frecuentes relacionadas con los niños pequeños
¿Cuándo empezará a hablar mi hijo?
Es probable que su niño dirá sus primeras palabras entre los nueve meses y el año.
¿Cuándo debo empezar a enseñar a mi hijo a ir al baño?
La mayoría de los niños empiezan a enseñarse a ir al baño alrededor de los dos años, pero cada quien es diferente. Esté pendiente de las señales que indican que ya está listo para empezar a aprender. Por ejemplo, si su niño puede subir y bajarse el pantalón y si le avisa cuando está mojado su pañal, tal vez sea el momento de empezar a enseñarle a usar el inodoro.
Por otro lado, enseñarse a ir al baño nunca debe volverse una experiencia negativa para su hijo. Es decir, anímelo cuando haga, pero si no hace no lo castigue. Además, prepárese para los accidentes, tenga paciencia y trabajen juntos.
¿Es normal que mi hijo haga berrinches o es una señal de un problema de comportamiento?
Hacer berrinches es un aspecto normal del desarrollo, sobre todo en niños de uno a tres años de edad. Los niños pequeños viven muchas emociones, pero a menudo no tienen la capacidad de expresar con madurez lo que necesitan, pero con el tiempo podrán hacerlo. Sin embargo, si su niño hace una cantidad excesiva de berrinches, tal vez deba considerar ir con el pediatra.
¿Es normal que mi hijo se orine en la cama?
Sí. Incluso es común que de vez en cuando les pase un accidente a los niños que ya se enseñaron a ir al baño. Si esto le llegara a pasar a su hijo, no lo castigue porque esto no es algo que se pueda evitar. Así que, mejor procure que no beba líquidos poco antes de acostarse o ponga un despertador o una alarma para levantarlo para que vaya al baño a mediados de la noche. Si todavía tiene inquietudes acerca de esto, asegúrese de hablar con su pediatra.
¿Cuándo ya no será necesario que mi hijo viaje en un asiento de seguridad para el automóvil?
Según las recomendaciones de pediatras, su niño debe viajar en un asiento elevado hasta que mida 4 pies 9 pulgadas. La mayoría de los niños alcanzan esta estatura entre los 8 y los 12 años. Esto le puede parecer demasiado tiempo como para que aún tenga que viajar en un asiento de seguridad, pero los accidentes automovilísticos se encuentran entre las causas principales de lesiones o muerte en la infancia. Por lo tanto, siempre es mejor prevenir que lamentar.
Preguntas frecuentes relacionadas con la preadolescencia
¿Cómo le puedo ayudar a mi adolescente a prepararse para la pubertad?
Procure tener conversaciones abiertas y sinceras. Probablemente será usted quien dará el primer paso porque los jóvenes suelen cohibirse a la hora de hablar sobre estos temas. Asegúrese de que sepa que no está solo. Todo mundo pasa por estos cambios, pero cada quien lo hace a su tiempo. Si su hijo les tiene confianza a usted y al pediatra para hablarles sobre la pubertad, le será más fácil la transición entre la preadolescencia y la adolescencia.
Preguntas frecuentes relacionadas con la adolescencia
¿Cómo hablo sobre temas difíciles con mi adolescente?
Nuevamente, lo más importante son las conversaciones abiertas y sinceras. Conversar sobre las drogas, el alcohol y el sexo es todo un reto, pero los hijos tienen que saber que les pueden hablar acerca de todo a sus padres. Converse seguido con su adolescente para asegurarse de que no esté pasando por algo grave, ya sea en la escuela, en casa o en su vida social o amorosa.
¿Qué se puede hacer en relación con el bullying (intimidación/acoso)?
Hoy ser adolescente es más difícil que nunca. Con los teléfonos celulares y las redes sociales, se han vuelto más prevalentes tanto el bullying como las normas de belleza poco realistas. Si su adolescente sufre de bullying o si es testigo del acoso hacia alguien más, dígale que hable con un adulto de confianza. Además, recuerde que los padres son el ejemplo de los hijos y que es necesario que usted también le hable sobre la importancia de aceptarse a sí mismo y de tratar con amabilidad a los demás.
Por otro lado, entre más tiempo se espere para permitir que su hijo use las redes sociales, menos le afectarán su percepción de la vida. Trate de esperarse hasta que ya esté en una etapa más avanzada de la adolescencia y aun entonces limite la cantidad de tiempo que le dedica a las redes sociales y esté pendiente de lo que publica o ve en cada aplicación.
¿Mi adolescente tiene cambios de humor o depresión?
Los cambios de humor de los adolescentes no son motivo de preocupación, pero una enfermedad mental subyacente sí lo es. En estos tiempos se ha visto un incremento en el número de adolescentes que padecen enfermedades mentales, así que esté pendiente de las siguientes señales de la depresión y la ansiedad:
- irritabilidad excesiva;
- hábitos de sueño anormales;
- cambios en el apetito;
- cualquier otro cambio en el comportamiento que no tiene causa aparente.
Durante los controles pediátricos, los pediatras llevan a cabo evaluaciones para detectar la depresión y otros trastornos mentales, así que asegúrese de que cada año lleve a su hijo con el pediatra para una revisión física. Trabajamos estrechamente con trabajadores sociales y coordinadores de atención médica quienes pueden ayudar a su adolescente para que reciba la ayuda que necesita.
¿En qué momento debe pasar mi adolescente de la atención médica pediátrica a la atención médica para adultos?
Aunque algunos pediatras atienden a sus pacientes hasta los 21 años, por lo general, a los 18 años es un buen momento para hacer este cambio.
Desde la primera infancia hasta la edad adulta, los pediatras de Valleywise Health siempre están listos para ayudarles a usted y a su hijo a superar los retos que conllevan los muchos sucesos importantes del crecimiento y desarrollo.