Las noticias sobre el coronavirus están en todas partes – desde en portadas y chats de adolescentes hasta en salas de juegos de niños. Por lo tanto, es de esperarse que muchos padres estén preocupados. Sin embargo, esas preocupaciones se las podrían transmitir a los hijos. Entonces, ¿cómo puede hablarles a sus hijos sobre el COVID-19 sin causarles más temor y angustia?
Primero que nada, no actúe como que no está pasando nada malo en el mundo. Los niños de todas las edades están conscientes de que la vida cotidiana ha dado un giro tremendo: ya no asisten a la escuela, ni ven a sus amigos, incluso tampoco pueden abrazar a sus abuelos.
Cuando hable con los hijos sobre esta situación, tome en cuenta que aunque hay estrategias apropiadas para niños de cada edad, todas tienen algo en común: los niños necesitan saber que las personas a su alrededor están para ayudarlos y protegerlos y que todos trabajamos en equipo para mantenernos sanos y salvos.
El reto al hablar con ellos consiste en lograr un equilibrio entre hablar sobre sus inquietudes y darles respuestas que no causen más temor y angustia. De hecho, no hablarles de una situación que ha afectado a tantos aspectos de su vida cotidiana podría causarles más angustia. Por otro lado, darles demasiada información también podría angustiarlos más.
Antes de sentarse a hablar con sus hijos, consulte fuentes de información confiables, tales como los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades que cuentan con una página dedicada a estrategias que puede usar para hablarle a los niños sobre el coronavirus. El sitio web de la Organización Mundial de la Salud también incluye una página de consejos para la población acerca de los mitos del nuevo coronavirus que le puede ayudar a prepararse para contestar preguntas inesperadas y donde puede obtener información con la que podría desmentir cualquier información errónea que podrían ver los niños en el internet.
Además, es importante usar estrategias apropiadas para la etapa de desarrollo en la que se encuentran los niños:
- Los niños de 5 años y menores son demasiado pequeños para entender la gravedad del brote epidémico. Por lo tanto, darles demasiada información sería más dañino que útil. Trate de mostrar una actitud tranquila ya que los hijos nos siguen el ejemplo en cuanto a cómo reaccionar ante los cambios que esto ha ocasionado en sus vidas. Con el fin de que todos nos mantengamos sanos, sería beneficioso darles información básica, como por ejemplo sobre cómo lavarse bien las manos.
- Los niños entre 5 a 10 años están más dispuestos a escuchar información y explicaciones. Para que ellos no se pongan a pensar lo peor, es necesario asegurarles que las cosas no siempre estarán así y que los cambios actuales solo son para mantenernos sanos. Pregúntele a su hijo qué información ha oído sobre el brote epidémico y cómo se siente en estos momentos. Esté preparado para contestar sus preguntas con calma y de una manera que los reconforte. No hay problema si no puede contestar todas las preguntas, lo que cuenta es estar dispuesto a escucharlas.
- Como los preadolescentes y los adolescentes podrían tener acceso a información errónea por medio de las redes sociales y por los amigos, ellos tienen más posibilidades de estar mucho más preocupados. Quizá tampoco quieran quedarse en casa si creen estar en perfecto estado de salud. Por lo tanto, al momento de hablar con ellos, lo más importante es evitar sermonearlos y mejor tener una conversación en la que cada uno esté dispuesto a escuchar y aportar respetuosamente. Pregúntele a su adolescente qué información ha oído sobre el brote epidémico y cómo se siente en estos momentos e incluso pregúntele si tiene alguna duda que le gustaría aclarar. Nuevamente, no hay problema si no le puede contestar todas las preguntas porque de ahí podría surgir una oportunidad para que ambos aprendan algo nuevo y juntos busquen las respuestas en sitios web confiables, como en cdc.gov.
Es importante mostrar una actitud tranquila y que reconforta ante los niños de cualquier edad. Así que si usted se siente angustiado o asustado, probablemente no sea el momento más indicado para hablar con sus hijos, ya que ellos podrán darse cuenta de sus temores.
Establecer una rutina para los niños también es algo indispensable porque para ellos es muy importante estar al tanto de las cosas que se harán durante el día. Use una pizarra blanca para anotar las actividades del día y asegúrese de designar horarios tanto para las horas de las comidas como para las horas para irse a acostar.
Por último, es importante limitar el tiempo que le dedican los adultos, los adolescentes y los niños pequeños al consumo de información por medio de la televisión y otros medios de comunicación. La sobreexposición a las noticias y a los comentarios relacionados con el brote epidémico puede causar más angustia y pánico. Si los adultos de la casa deciden ver las noticias, es mejor que las vean ya sea después de que se vayan a acostar los niños o antes de que estos se levanten.
Recuerde que nosotros somos los que les ponemos el ejemplo a los hijos en cuanto a cómo reaccionar ante la pandemia. Es importante mostrar comportamientos apropiados ante cualquier situación.
Usted puede demostrarles a sus hijos que todos estamos esforzándonos por controlar el virus y que cada uno de nosotros podemos desempeñar una función importante en esto al poner un buen ejemplo y poner en práctica hábitos saludables. Sus hijos se darán cuenta de que nosotros, como seres humanos, debemos ver los unos por los otros, especialmente en momentos difíciles.